El 5 de julio de 1811, en la Capillla de la Iglesia de San Francisco, en Caracas, los representantes de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Mérida, Barcelona y Trujillo, firmaron el acta por medio de la cual se declaraba la Independencia de Venezuela.
Treinta diputados de la provincia, de los 44 designados, reunidos en el sagrado recinto, deliberaron sobre la trascendente materia de la Independencia de la corona de España. Sólo el diputado de la Grita, Manuel Vicente Maya, tuvo la intemperancia de salvar su voto. Pero hombres como Francisco de Miranda, Francisco Javier Yánez y Fernando Peñalver, respondieron y defendieron con ardor el derecho inalienable de los venezolanos de ser independientes, junto con la decidida participación de miembros de la Junta Patriótica como Simón Bolívar, Miguel Peña y Antonio Muñoz Tébar, lo que concluyó con el histórico momento donde se votó por la Independencia de Venezuela, de manera casi unánime, y se hizo la proclamación solemne. Una manifestación popular, encabezada por Miranda y Francisco Espejo, recorrió las calles de la ciudad capital, ondeando banderas y gritando consignas por la libertad.
Bandera nacional
En este mismo congreso se adoptó por primera vez la bandera de Venezuela, utilizando la misma que introdujo Francisco de Miranda en su expedición de 1806.
El 5 de julio de 1811 el Congreso declara solemnemente la Independencia de Venezuela, «en el nombre de Dios Todopoderoso».
En el Acta se lee: «Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y la autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias unidas son, y de hecho y de deben ser desde hoy, de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes ...»
¿El fin de las batallas?
La declaración de nuestra libertad y soberanía, con relación al dominio español, no fue suficiente, ya que hubo que librar enconadas guerras durante años, a la cabeza de las cuales brilló siempre el genio de Simón Bolívar.
Lamentablemente, las luchas intestinas que sobrevinieron después, afloradas por la ambición política, empañaron los preciosos dones de la libertad y la soberanía, dando lugar a la injerencia de influencias foráneas en materia de economía, ideología y política. Y así llegamos a esta fecha conmemorativa del 5 de julio de 2012, al cumplirse 201 años del histórico acontecimiento en Venezuela.
Es por esto que al referirse a la efeméride del 5 de julio no debe decirse «día de la firma del Acta de Independencia», porque no es verdad. Lo correcto es: 5 DE JULIO. DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA.
LA DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA Y SU ACTA
(Manuel Pérez Vila)
