Los abusos y la explotación a los niños, niñas y adolescentes son un problema alarmante que no distingue país, raza, cultura o condición social, por tal motivo se ha hecho cada vez mas indispensable pronunciarse frente a este tema y tomar las medidas que sean necesarias a nivel familiar, local, nacional o internacional.
Es bien sabido que aún el Mundo no ha logrado resolver la cuestión del niño y la violencia. Miles de niños son victimas de múltiples formas de violencia que se expresan a nivel cultural, económico, familiar, político y social. Esta es una problemática que trasciende las fronteras nacionales y se ha vuelto parte de la agenda de la comunidad internacional. Los Estados tienen un compromiso de instaurar este tema como prioridad en sus agendas y es dentro del marco de la Cultura de Paz que entendemos que deben hacerlo.
Es un mal que existe en todos los países del mundo, sin importar cultura, clases sociales, niveles educativos, ingresos u origen étnico.
Y muchas veces y lo más triste es ver que ésta está socialmente consentida en algunos países y frecuentemente es legal y autorizada por el Estado.
Toda sociedad, sea cual sea su trasfondo cultural, económico o social, puede y debe poner fin a la violencia contra los niños. Es necesario transformar la mentalidad de las sociedades y las condiciones económicas y sociales subyacentes ligadas a la violencia.
La violencia contra los niños es multidimensional y exige una respuesta multifacética.
Quiero dejar algunos datos importantes:
• La mayoría de los actos violentos que sufren los niños la perpetran personas adultas que forman parte de sus vidas: padres, compañeros de clase, profesores, empleadores, novios o novias, cónyuges y parejas.
• La OMS ha calculado, basándose en un número limitado de datos a nivel nacional, que alrededor de 53.000 niños murieron en todo el mundo como consecuencia de homicidios en el año 2002.
Y así sigue con números y más números y estadísticas, en fin… Personalmente y como docente, lo que más aflige es la violencia que manifiestan niños y adolescente. No solo la violencia de los adultos hacia ellos, sino la violencia entre ellos mismos.
Cuando comencé a elaborar éste artículo, encontré muchísimo material con estadísticas de violencia de toda índole hacia los niños, pero me dije a mí misma..basta!!, ya se sabe todo esto… aquí lo importante es ver qué cosa se pudiera hacer para subsanar éste mal mundial .
Encontré éste material con lo que se podría decir que son sugerencias al respecto como por ejemplo, como volver a las Escuelas un lugar más segur, lo cual deseo compartir con ustedes:
Todas las formas de violencia deben ser eliminadas de las escuelas. En pos de lograrlo:
a. Todo trato degradante y humillante en las escuelas debe ser prohibido. Deben desarrollarse maneras alternativas de imponer disciplina para que los docentes las adopten a través de campañas de información, entrenamiento, etc.
b. Los maestros deben tener su rol y responsabilidad definida en términos de :
-Prevenir y manejar la violencia en las escuelas.
-Desarrollar códigos de conducta y hacerlos públicos.
1. Recibir entrenamiento y apoyo para prevenir y manejar la violencia.
c. Los niños mismos deberían participar en la elaboración y acuerdo de las reglas y de las medidas disciplinarias, no solo en el sentido de prevención y manejo de la violencia sino como una forma de educación ciudadana.
d. La prevención de la violencia debe formar parte de la currícula escolar
e. Métodos de enseñanza interactivos deben ser adoptados por parte de los docentes y diseminados a lo largo de la comunidad educativa a fin de motivar a los niños en las clases.
f. El Consejo Europeo y UNICEF deben trabajar en conjunto a fin de lograr una definición de violencia escolar y una estrategia común para recolectar datos comparativos de la violencia en las escuelas.
g. Prevenir cualquier tipo de violencia escolar considerando a la escuela como una comunidad , abierta a los estudiantes, maestros, parientes, autoridades locales, asistentes sociales, policía, y la sociedad civil)
h. Apoyar al personal escolar con entrenamiento para que sean ejemplos modelos para los niños.
i. Concientizar a la sociedad que las políticas para prevenir la violencia escolar es una preocupación permanente y no una política del momento.
La pregunta a la que nos encaramos es: “qué estoy haciendo yo, personalmente para prevenir los actos de violencia”?
Yo, como madre, como vecina, como amiga, como abuela, como docente….!!
Demuestro por mi modo de vivir el rechazo de toda forma de violencia?
Qué puedo hacer para contribuir a la no violencia?
Como madre o como docente, soy un ejemplo a seguir?
Es triste decirlo, pero dentro de la comunidad educativa, he visto casos de docentes discutiendo en subidos tonos, a tal grado que he tenido que sacar a mis niños de ese lugar y llevármelos lejos!!
No, no basta con las “jornadas de convivencia” donde se intenta educar al niño en contra de la violencia y cómo protegerse.
Este asunto va mucho más allá de lo que podemos imaginar.
Es que tiene que haber verdaderos cambios de conciencia. Desde adentro hacia afuera.
No son las leyes que protegen al niño, lo que hará un mundo donde no tengamos que oir sobre niños matratados, niños violados… lastimados.
Urge un cambio en la mentalidad del ser humano. Pero debo comenzar por mí, por mi interior y que luego mi exterior demuestre que puedo ser feliz y hacer feliz a quienes me rodean, incluso a los niños, para que vivan de forma armoniosa con todo y todos.
