Playa Zaragoza- Isla de Margarita |
Mientras que la mayoría de los turistas arriban cada fin de semana a la Isla de Margarita en búsqueda de balnearios como El Agua o Parguito, en el turístico municipio Antolín del Campo, muchas familias margariteñas tienen otras opciones, más tranquilas. Uno de los destinos que los neoespartanos visitan periódicamente es playa Zaragoza.
Ubicada en el norte de la entidad, en el Valle de Pedro González de la jurisdicción de Gómez, esta playa ofrece un kilómetro de aguas mansas con poco oleaje para aquellos grupos familiares que requieren de un tranquilo domingo.
Pero además, Zaragoza es bordeada por un extenso bulevar con casas de arquitectura colonial donde los visitantes encuentran una buena representación de la gastronomía margariteña, dulces típicos de la región insular y artesanía.
Confinada por dos grandes cerros a izquierda y derecha, este trozo de costa margariteña es también hogar de una comunidad alegre, que recibe con generosidad a los visitantes y los invita a cuidar el ambiente y evitar dejar desechos sólidos en la cobriza arena.
"No me gusta tanto el alboroto y el oleaje de playa El Agua o Parguito, sobre todo para mis dos niños. Por eso vengo con mi familia a Zaragoza. Además tiene aguas tibias la mayor parte del año, se come bien y tiene incluso unas posadas muy lindas donde provoca quedarse", afirmó Lilian Rivas, habitante del municipio García, distante a 40 kilómetros del Valle de Pedro González.
Ella explica que llegar al lugar es también un recorrido turístico: "Hay varias formas de llegar aquí, pero a nosotros nos gusta pasar por Tacarigua y Juan Griego, en un viaje por las montañas".
Playa Zaragoza no está exenta de otros tipos de diversión. Los paseos en bote o en motos de agua sirven para visitar balnearios cercanos como Manzanillo, Puerto Escondido, Costanza o diversas playas en Juan Griego, en el vecino municipio Marcano.
Aún en fines de semana parcialmente nublados como este 24 y 25 de noviembre, la temperatura en esta playa se mantiene alrededor de los 31º, aspecto que la convierte en un destino muy frecuentado por residentes de Nueva Esparta.
Luis Medina AVN