Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa |
Tras dos días de cónclave, los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina de Roma lograron un acuerdo y eligieron al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien se llamará Franciso I, como nuevo Papa, quien reemplazará a Benedicto XVI como máximo jerarca de la Iglesia Católica.
La fumata blanca que salió de la chimenea de la capilla Sixtina anunció al mundo que ya hay sucesor de Benedicto XVI, lo que fue acogido con una explosión de júbilo por la multitud que esperaba bajo la lluvia en la Plaza de San Pedro y el repique de campanas.
Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la capilla Sixtina eligieron al nuevo Pontífice en la quinta votación, llevada a cabo en la segunda jornada.
La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 19:06 hora local (18:08 GMT hora internacional y 13:06 p.m. de Colombia).
Los 115 cardenales tardaron poco más de 25 horas en elegir al sucesor de Benedicto XVI.
La rapidez en la elección mantiene la tónica de los últimos decenios, en los que no se han superado las once votaciones.
Pío XII fue elegido con tres votaciones y en apenas 24 horas; Juan Pablo I, con cuatro; Benedicto XVI con cuatro, Pablo VI, con cinco; Juan Pablo II, con ocho, y Juan XXIII, con once.
A la par de la fumata blanca, las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron dando la buena nueva al pontífice, que pasará a la llamada sala de las lágrimas para vestirse con sotana blanca y zapatos rojos.
La gente se abraza, llora, y saluda hacia la Basílica donde está el balcón principal engalanado con terciopelo granate y desde el que el nuevo Papa se asomará para pronunciar sus primeras palabras como pontífice al mundo católico.
Miles de personas esperaron bajo la lluvia en la Plaza de San Pedro la tercera fumata del cónclave, que anunció que los 115 cardenales electores eligieron al nuevo Papa.
Una Gaviota permaneció casi media hora posada en la chimenea de la Capilla Sixtina, de la que salió la fumata.
Tras un primer infructuoso intento de elegir al nuevo pontífice este martes, los purpurados se reunieron esta mañana en la Capilla Sixtina y celebraron dos votaciones, que tampoco dieron resultado, por lo que los votos fueron quemados en una "fumata negra", el anuncio de que no había Papa
La fumata blanca que salió de la chimenea de la capilla Sixtina anunció al mundo que ya hay sucesor de Benedicto XVI, lo que fue acogido con una explosión de júbilo por la multitud que esperaba bajo la lluvia en la Plaza de San Pedro y el repique de campanas.
Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la capilla Sixtina eligieron al nuevo Pontífice en la quinta votación, llevada a cabo en la segunda jornada.
La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 19:06 hora local (18:08 GMT hora internacional y 13:06 p.m. de Colombia).
Los 115 cardenales tardaron poco más de 25 horas en elegir al sucesor de Benedicto XVI.
La rapidez en la elección mantiene la tónica de los últimos decenios, en los que no se han superado las once votaciones.
Pío XII fue elegido con tres votaciones y en apenas 24 horas; Juan Pablo I, con cuatro; Benedicto XVI con cuatro, Pablo VI, con cinco; Juan Pablo II, con ocho, y Juan XXIII, con once.
A la par de la fumata blanca, las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron dando la buena nueva al pontífice, que pasará a la llamada sala de las lágrimas para vestirse con sotana blanca y zapatos rojos.
La gente se abraza, llora, y saluda hacia la Basílica donde está el balcón principal engalanado con terciopelo granate y desde el que el nuevo Papa se asomará para pronunciar sus primeras palabras como pontífice al mundo católico.
Miles de personas esperaron bajo la lluvia en la Plaza de San Pedro la tercera fumata del cónclave, que anunció que los 115 cardenales electores eligieron al nuevo Papa.
Una Gaviota permaneció casi media hora posada en la chimenea de la Capilla Sixtina, de la que salió la fumata.
Tras un primer infructuoso intento de elegir al nuevo pontífice este martes, los purpurados se reunieron esta mañana en la Capilla Sixtina y celebraron dos votaciones, que tampoco dieron resultado, por lo que los votos fueron quemados en una "fumata negra", el anuncio de que no había Papa