El Alcalde Alfredo Díaz y la primera dama Leynys Malavé de Díaz participaron
junto a su pueblo en la Bendición del Mar, un evento en que los
porlamarenses manifestaron alegría y felicidad en Cristo Resucitado, a
quienes dedicaron alabanzas, cantos de adoración y dieron gracias por los
favores recibidos, con la esperanza puesta en una mejor Venezuela.
El sacerdote Jonathan Suescun de la iglesia San Nicolás de Bari, junto a
feligreses y representantes del ayuntamiento bendijeron el mar, a bordo de un
peñero que bordeó las bahías Concorde, Bella Vista y finalmente el Paseo
Guaraguao, en el que se realizó la misa a cielo abierto con aforo lleno,
teniendo como fiel testigo el Faro de La Puntilla, símbolo de esperanza
de la ciudad marinera.
El alcalde Alfredo Díaz señaló que la ocasión significó una nueva oportunidad
para “agradecer a Dios el don de la vida, dar gracias por las familias y
solicitar la ayuda del todopoderoso para que ilumine el camino de los líderes
democráticos, a los fines de lograr una mejor Venezuela, en la que se
destierren las divisiones y sea posible vivir como hermanos”.
El gerente municipal afirmó que los avances en su gestión se atribuyen a la
inspiración y fortaleza dada por un Dios que estuvo presente en las
dificultades, en un país donde la discriminación y persecución política están a
la orden del día, atentando contra la democracia.
Durante la bendición del mar, el gerente municipal pidió ser portadores de la
Buena Noticia -la Resurrección de Jesucristo- “quien encarna la
esperanza de un mejor futuro y quien nos llama a renovar nuestro compromiso de
lograr una sociedad fundamentada en el amor al prójimo, donde se
garantice el bienestar de todos por igual, sin exclusiones”. Prensa Mariño
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